Descripción
Jorge Luis Borges
Textos recobrados II (1931-1955)
Emece
Páginas: 400
Formato: 13,5 X 20
Subtítulo:
Peso: 0.5 kgs.
ISBN: 978-950-04-2952-8
El tomo I de estos Textos recobrados (1919-1929), pertenece al Borges juvenil e incluye su etapa ultraísta y martinfierrista con muchos poemas y textos (de los que, en general, Borges renegó luego) que muestran un cierto nacionalismo lingöístico, al estilo de El idioma de los argentinos, y ya se publicó hace unos años aunque se reedite ahora, supongo que para completar al segundo (1931-1955), que es el verdaderamente novedoso, quizá porque tampoco incluye la mayoría de las colaboraciones de Borges -algunas firmadas con pseudónimo- en la revista de libros del diario Crítica, Revista Multicolor de los Sábados, entre 1933 y 1934 (recogidas en el libro Obras, reseñas y traducciones inéditas, Atlántida, Buenos Aires, 1999). Sí, Borges escribió mucho y leyó más, y se ganó la vida con la literatura (sabemos que también con las conferencias, cuando, según contó Estela Canto, el psicoanálisis le permitió llegar a hablar en público). ¿Cómo explicar si no su curioso repaso -nada mal hecho, aunque escueto- a toda la literatura de Portugal, desde las cantigas a Eça de Queirós y los libros de viajes de fines del XIX, hecho para la Enciclopedia Práctica Jackson, tomo IX, 1951)? Borges sintió una amplísima curiosidad literaria y casi todo le atrajo; verdad es, con todo, que supo separar muy bien su obra canónica -que tampoco es pequeña- de estos y tantísimos otros trabajos -en general notables, aunque breves- donde el pane lucrando se mezcla con el fatal amor a lo literario en sí. Prólogos, muchas reseñas, notas, alguna entrevista
Pero recordemos que el Borges que habla de Ulfilas (primer traductor de la Biblia al germánico oriental, hoy perdido), es el mismo Borges -siempre agudo- que habla también de Edgar Wallace, olvidado y entonces famoso autor de novelas policíacas, o sobre Arturo Capdevilla, postmodernista argentino; el que mezcla a Eliot con Don Segundo Sombra (quizá el fin de la literatura gauchesca) y a sus amados Chesterton, Kafka o Kipling, con prólogos a olvidadas poetisas o escritoras de ficción, como Elvira de Alvear o Ema Risso Platero