Descripción
Sei Shonagon
LIBRO DE LA ALMOHADA EL
Adriana Hidalgo
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Peso: 0.4 kgs.
ISBN: 9786316615077
Shônagon fue la pionera de un género propio de la literatura japonesa vigente aún hoy: zuihitsu, el ensayo fugaz y digresivo, literalmente "al correr del pincel". De esta forma, El libro de la almohada constituye un compendio delicioso de agudas observaciones de esta cortesana inteligente, cultivada y un poco cínica, de la que se sabe muy poco. Se dice que nació en 966 y que era hija de Motosuke, estudioso y poeta de cierta reputación, y que sirvió a la emperatriz hasta la muerte de esta. Todas las versiones coinciden en que murió anciana y en la pobreza. Shônagon cuenta anécdotas, historias escuchadas en la corte, recuerda a sus amantes, se refiere a sus árboles y pájaros favoritos, escribe poemas, enumera. Bajo "cosas deprimentes", escribe "un perro que aúlla de día"; bajo "cosas que emocionan", apunta "pasar por un lugar donde juegan niños de pecho". En su listado de "cosas odiosas", anota el zumbido de un mosquito cuando está por adormecerse, pero también "un hombre sin ningún encanto especial discute sobre toda suerte de temas al azar, como si lo supiera todo" (¿alguien dijo mansplaining?). EI SHONAGON Poco se sabe de la autora de El libro de la almohada. Se la conoce como Sei Shônagon, que fue el apodo que mereció durante su servicio en la corte de 990 a 1000. Sei es la lectura china del primer ideograma de su apellido, Kiyohara. Shônagon designa su cargo: ayudante de menor rango de la emperatriz Sadako (976-1001). Sin absoluta certeza, se repite que nació en 966 y que era hija de Motosuke, poeta de cierta reputación. Se asegura que sirvió a la emperatriz hasta que esta murió, y sobre la segunda mitad de su vida todas son conjeturas: que continuó atendiendo a esta o aquella dama de la familia imperial, aunque casi todas las tradiciones coinciden en imaginarla como una anciana que muere muy pobre. Una anécdota cuenta que pasó un período de reclusión y abstinencia, alejada de la corte, reprendida por utilizar una expresión poco feliz. Dicen que la expresión que ofendió a la emperatriz fue kurashinikanekeru, "haber sido difícil de soportar". Fue la rival literaria y política de Murasaki Shikibu, autora del Romance de Genji.