Descripción
Barbara Belloc
LA LOCURA ES UN BIEN DE FAMILIA
Random House
Páginas: 96
Formato: 13,5 X 23
Subtítulo:
Peso: 0.15 kgs.
ISBN: 9789877693164
«Cómo escribir aquello que se quiere y, al mismo tiempo, no querríamos escribir. Locura ocurre. Se deja ocurrir mientras cuenta otras sombras y otras luces. Del amor».
Federico Jeanmaire
«En la lengua entera, bajo el espejismo de la razón, este libro es un bien de familia, algo que es inalienable y que se transmite de generación en generación. Por ejemplo, de los padres a la hija, en este relato-talismán, escueto y perfecto, en que dos apasionados de la música se despiden lentamente de la vida. Los diagnósticos son ignorantes porque desconocen la poesía, son ajenos a las melodías de los solos, no captan los timbres y los colores de una voz. El sentido en ellos, tal cual lo conocemos, es fruto de una especie de hipoacusia profunda, porque las lenguas rotas hablan en metáforas, no pierden la memoria, son toda-memoria, hasta de lo que no pasó. Por eso la hija, que es poeta, puede entender la locura y darse cuenta de que "la realidad está sobrevalorada"».
María Moreno
La crítica dijo:
«Bárbara Belloc se planta en un territorio muy personal y da pruebas de múltiples recursos para extraer el latido sepultado en el fondo del océano de la lengua».
Augusto Munaro, La Capital
«Bárbara Belloc es una de las escritoras más relevantes de su generación en la Argentina. Su obra pone de manifiesto una voz única e insustituible, capaz de someter el lenguaje a una expresividad lírica donde la norma cultural es sometida continuamente a revisión».
Raúl Alonso
«La poesía de Belloc es plural y, como ella misma, es plurilingüe y algo más: el lenguaje está poblado de innumerables entradas y salidas donde puede hallar símbolos, referencias, prismáticos sentidos, músicas, trazos, despojos, dioses. En ese laberinto de emblemas su escritura tiembla y se multiplica en imágenes inesperadas en las cuales late una cierta extrañeza. Y a veces, cuando se hace un silencio en esa pluralidad, la poesía de Bárbara Belloc se vuelve absorta».
Jorge Monteleone